Si bien esto fue lo que impulsó a Meryem a emprender su travesía por su padre, al final de la historia se resalta que también él hizo lo mismo para ir en búsqueda del resto de su familia. Claro que se desconoce el resultado de esta, pero lo importante es que Meryem pudo salvarlo y que logró conseguir una familia propia. Pablo y Adrián acogieron a Meryem como si fuera de su propia sangre, la defendieron y acompañaron ante circunstancias peligrosas y lograron formar una familia unida y llena de amor junto a ella.